Posesionan a Branko Marinkovic como el nuevo ministro de Planificación del Desarrollo

El empresario y exlíder cívico de la región boliviana de Santa Cruz, Branko Marinkovic, que se identifica como un perseguido político del anterior Gobierno de Evo Morales, juró este miércoles como el nuevo ministro transitorio de Planificación del Desarrollo.

La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, tomó juramento a Marinkovic en un acto en el Palacio Quemado de La Paz, en el que le pidió trabajar para conseguir "los recursos que necesita Bolivia para seguir ayudando con bonos" sociales a las familias ante la pandemia de la COVID-19.

Áñez también le pidió un trabajo "con transparencia" y que apoye a la estrategia del Ejecutivo transitorio para "cuidar la salud del pueblo boliviano, crear empleo y cuidar la democracia".

"Usted sabe el valor de la democracia porque usted fue exiliado muchos años", dijo la mandataria interina, en alusión a que Marinkovic estuvo viviendo en Brasil en los últimos diez años.

Marinkovic, un duro opositor al Gobierno de Evo Morales, fue representante de los principales gremios empresariales de Santa Cruz, la mayor región y motor económico de Bolivia, y lideró movimientos cívicos y autonomistas cruceños entre 2007 y 2009.

El empresario agroindustrial fue acusado por el Ejecutivo de Morales dentro de un polémico proceso judicial por supuesto terrorismo, que se prolongó durante once años y que finalmente quedó cerrado en febrero pasado con la absolución de quienes seguían procesados.

Los acusados, entre ellos el ex líder cívico, sostuvieron en todo momento que aquel caso fue un supuesto montaje del Gobierno de Morales para llevar a cabo una "persecución política" a líderes opositores de la región oriental de Santa Cruz.

"Fui diez años exiliado junto a mi familia por el anterior régimen y aprendí en persona la gran importancia que tiene la libertad y la democracia para la sociedad y es por eso que hoy decidí trabajar para que otros no pasen por lo que tuvimos que pasar", sostuvo Marinkovic.

El nuevo ministro interino aseguró que no guarda "rencores con nadie" y se comprometió a trabajar para "devolver al país" lo que le ha dado.

Entre sus principales retos mencionó la atención de la emergencia contra la COVID-19, "que es algo inesperado para el mundo entero", además de la "situación económica heredada que ya venía deteriorada" y de la que afirmó que empeoró como consecuencia de la pandemia.

Marinkovic demandó un trabajo conjunto por la salud y la economía que incluya el diálogo político.

El empresario sustituye en el cargo a Carlos Díaz, quien renunció alegando motivos de salud, cuando Bolivia tiene pendiente la aplicación de un plan nacional para reactivar la economía, golpeada por la pandemia del coronavirus, que prevé unos 2.228 millones de dólares con los que preservar alrededor de 3 millones de empleos y generar otros.